Moisés y los diez mandamientos
Dos meses después de haber salido de Egipto, los israelitas llegan al monte Sinaí, también llamado Horeb. Aquí fue donde Dios habló a Moisés desde el arbusto ardiente. El pueblo acampa aquí; se queda aquí algún tiempo.
Mientras la gente espera abajo, Moisés sube a la montaña. Allá, Jehová le dice a Moisés que Él quiere que los israelitas le obedezcan y lleguen a ser Su pueblo especial. Cuando Moisés baja, les dice a los israelitas lo que Jehová ha dicho. Y la gente dice que va a obedecer a Jehová, porque quieren ser su pueblo.
Más tarde, Jehová le dice a Moisés: ‘Sube acá arriba a la montaña. Yo te voy a dar dos piedras planas en las cuales he escrito las leyes que yo quiero que el pueblo guarde. De manera que Moisés sube una vez más a la montaña. Por 40 días y noches se queda allá.
Dios tiene muchas, muchas leyes para su pueblo. Moisés las escribe. Dios también le da a Moisés las dos piedras planas. En éstas, Dios mismo ha escrito las 10 leyes que ha hablado a todo pueblo. Se llaman los Diez Mandamientos:
1. Amar a dios sobre
todas las cosas:
Esto significa que nada debería ser más importante que Dios; un pasatiempo que te guste, la tv o los vídeo juegos, incluso tus amigos y familia no deberían ser más importantes que Dios.
2. No tomaras el nombre de Dios en vano:
Este mandamiento manda respetar el NOMBRE DE DIOS y respetar también todas las COSAS SAGRADAS (como por ejemplo la Iglesia y lo que hay y lo que hay en ella, los sacerdotes...)
Dios quiere que usemos Su nombre cuando estemos hablando con Él, o hablando con otros sobre Él en una forma bonita. Usar Su nombre en estas otras formas es muy irrespetuoso; hiere a Dios escucharlo.
3. Santificarás las fiestas:
En este mandato se pide que el cristiano acuda a misa los días festivos, es decir, los domingos y los días fijados por la iglesia como días de guardar.
4. Honrarás a tu padre y a tu madre:
Con este mandamiento Dios quiere que todo el mundo comprenda que no solo se le ha de agradecer a él el hecho de habernos dado la vida, sino que se ha de hacer lo mismo con los progenitores.
5. No matarás:
Este mandato prescribe conservar y defender la integridad de la vida humana y prohíbe todo aquello que atenta contra la dignidad y la vida de las personas.
6. No cometerás actos impuros:
Se asocia la pureza a una virtud, y actos como el adulterio se consideran no puros y, por tanto, la Biblia no los permite.
7. No robarás:
Éste insta a no apropiarse indebidamente de los objetos de otras personas.
8. No dirás falsos testimonios ni mentiras:
En este mandato se prescriben los deberes relativos a la veracidad y al honor, aspectos que se tienen muy en cuenta a lo largo de todos los mandamientos.
9. No consentirás pensamientos ni deseo impuros:
Este mandamiento ordena vivir la pureza desde el interior y prohíbe todo pecado interno contra esa virtud, es decir, los pensamientos y deseos impuros.
10. No codiciarás los bienes ajenos:
El décimo mandamiento exige que se destierre la codicia e insta a intentar ser felices con lo que tenemos.
Este mandamiento manda respetar el NOMBRE DE DIOS y respetar también todas las COSAS SAGRADAS (como por ejemplo la Iglesia y lo que hay y lo que hay en ella, los sacerdotes...)
Dios quiere que usemos Su nombre cuando estemos hablando con Él, o hablando con otros sobre Él en una forma bonita. Usar Su nombre en estas otras formas es muy irrespetuoso; hiere a Dios escucharlo.
3. Santificarás las fiestas:
En este mandato se pide que el cristiano acuda a misa los días festivos, es decir, los domingos y los días fijados por la iglesia como días de guardar.
4. Honrarás a tu padre y a tu madre:
Con este mandamiento Dios quiere que todo el mundo comprenda que no solo se le ha de agradecer a él el hecho de habernos dado la vida, sino que se ha de hacer lo mismo con los progenitores.
5. No matarás:
Este mandato prescribe conservar y defender la integridad de la vida humana y prohíbe todo aquello que atenta contra la dignidad y la vida de las personas.
6. No cometerás actos impuros:
Se asocia la pureza a una virtud, y actos como el adulterio se consideran no puros y, por tanto, la Biblia no los permite.
7. No robarás:
Éste insta a no apropiarse indebidamente de los objetos de otras personas.
8. No dirás falsos testimonios ni mentiras:
En este mandato se prescriben los deberes relativos a la veracidad y al honor, aspectos que se tienen muy en cuenta a lo largo de todos los mandamientos.
9. No consentirás pensamientos ni deseo impuros:
Este mandamiento ordena vivir la pureza desde el interior y prohíbe todo pecado interno contra esa virtud, es decir, los pensamientos y deseos impuros.
10. No codiciarás los bienes ajenos:
El décimo mandamiento exige que se destierre la codicia e insta a intentar ser felices con lo que tenemos.
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